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miércoles, 6 de enero de 2016

«El Malquerido» bebe champán en copa errada

Faltaron copas Pompadour en película sobre FELIPE PIRELA



El Malquerido, película venezolana dirigida por Diego Rísquez que se asoma a la vida del cantante Felipe Pirela —interpretado por Jesús "Chino" Miranda—, se estrenó el mismo 18 de diciembre de 2015 en que lo hacía Star Wars: El despertar de la fuerza. Y pese a tal osadía no le ha ido nada mal. En sus primeros 17 días en cartelera había sido vista por 124.468 personas, según información aportada por la Asociación de la Industria del Cine (Asoinci).

No son pocas las críticas que ha tenido la película en cuanto a guión, inexactitudes sobre vida del llamado «Bolerista de América” y a aspectos técnicos. Casi todos los descontentos vienen de quienes esperan un documental apegado a una «realidad» que muestre sangre, drogas y una detallada caída del héroe que todos sabemos caído.

A mi me gustó. La disfruté. Canté. Lo demás lo intelectualizaré luego.


Sin embargo, fueron copas las que me aguaron la fiesta. Me atormentaron. Me sacaron de quicio. Si, las copas en las que los personajes beben champán. Grave error de producción, de  utilería. ¿Falta de asesoramiento, premura, indiferencia? El caso es que las copas Flauta no existían en la época en que se enmarca el film: las décadas de los cincuenta y sesenta y los dos primeros años de los setenta.

Y son varias las escenas en las que se toma champán, como ciertamente se hacía en la Venezuela abrillantada de aquellos tiempos. Las copas son una minucia frente al grato trabajo de vestuario y escenografía, pero me enfurecieron —disculpen la deformación profesional— por evidenciar un descuido frente al tema enogastronómico, jamás menor en el mundo cinematográfico y que revela esenciales aspectos socioculturales.



Pompadour, no Flauta

Las copas de champán de El malquerido debieron ser Pompadour, aquellas que, según la leyenda, fueron diseñadas en cerámica a partir del seno izquierdo de María Antonieta —esposa de Luis XVI— y que por volteretas de la historia terminaron llamándose como la amante del rey del Versalles del siglo XVIII: Madame de Pompadour. Otra leyenda menos romántica supone que la copa nació en 1663 como encargo del Duque de Buckingham a un artesano veneciano y que con el prosaico nombre de Tazza se popularizó a finales del siglo XIX.

Las míticas copas Pompadour calentaban el champán, dejaban escapar las preciadas burbujas y no permitían disfrutar del aroma. Pero eran las únicas disponibles el 18 de septiembre de 1964 cuando Felipe Pirela se casó con la adolescente Mariela Montiel. La película de Rísquez muestra una y otra vez copas Flauta que no soñaban aparecer aún.



Explican los expertos, entre sombras nada mas...

El escritor y periodista especializado en enogastronomía Alberto Soria señala en un breve correo electrónico que «casas clásicas como Roederer, que ha realizado su propio diseño de flautas, reveló que comenzaron a usarlas a finales de 1991».

Por su parte, Vladimir Viloria, escritor, catador y promotor cultural especializado en temas del buen comer y beber, sitúa la aparición de la copa Flauta en los años ochenta: «La otra copa, bajita y ancha de boca —que está de moda de nuevo, por cierto— fue la copa de muchos años, desde la Belle Epoque hasta los años setenta del XX, más o menos».

Alberto Veloz es enfático al afirmar que las copas Flauta aparecieron en el país hacia  mediados de los setenta «como algo muy elegante y sofisticado, quizá traídas por alguna prestigiosa y vanguardista casa de festejos». El veterano periodista que a fines del año pasado ganó la categoría Mención Digital en el XI Concurso “Caracas a través de la mirada del periodismo” que otorga la Cámara de Comercio Industria y Servicios de Caracas, acota que en la Venezuela de la película se consumían champáns europeas de la mejor calidad: «Recuerdo que en varias fiestas en la residencia presidencial La Casona sirvieron una de las mejores champañas del mundo: Cristal, de la casa Louis Roederer. También el venezolano viajado, de mundo y con alto poder adquisitivo, consumía la famosa Dom Perignon, así como otras muy cotizadas: Krug, Pommery, Taittinger, Piper-Heidsieck, Möet&Chandon, Perrier Jöuet y la más conocida de todas por su etiqueta amarilla, la Veuve Clicquot». 



Para más, la Flauta ya no importa

Cuando los estudiosos se cansaron de flautas acristaladas, indicaron que la copa ideal para champán era la llamada Tulipa, versión de la Flauta con anchura en el centro y ligera estrechez en el extremo, lo que permite respetar la temperatura, evitar la huida de la burbujas y concentrar los aromas, permitiendo una mejor experiencia olfativa.

Pero las Tulipa también han pasado a mejor vida y resulta que son las sempiternas copas de vino blanco las que mejor van con champanes de altura. Explica Vladimir Viloria especialmente para esta nota: «En los mejores restaurantes del mundo —y donde se cuida mucho el servicio del vino— ya no sirven el espumoso en copa flauta, sino en buenas copas de vino blanco, para así sentir y apreciar mejor aromas, sabores, y texturas del vino espumoso, sobre todo de calidad».

Trailer de El Malquerido 


 
Tras cámaras de El Malquerido 

lunes, 28 de diciembre de 2015

Cocina y el Episodio VII de Star Wars

El despertar de la FUERZA culinaria




Poco se ha comido en la saga de Star Wars. Se sabe.
Está la Leche azul que ofrece la tía Beru, bebida refrescante, rica en nutrientes y proteínas propia de los mundos faltos de de recursos naturales; el Té H´kak, infusión estimulante hecha con los frijoles del arbusto H´kak y de intenso color anaranjado; el Pastel de Pally, frutilla que crece en los laboratorios hidropónicos de la granja; y el filete de Dewback, lagarto omnívoro gigantesco que sirve como montura y bestia de carga (las costillas de Dewback a la Parrilla son las preferidas de Luke).
Hay libros de cocina que rebuscan en las célebres películas, entre ellos La Cocina de Star Wars, de Robin Davis y Lara Starr, que ofrece recetas de Chewies de chocolate y Jawa bailones, Landonuts y tortas espaciales Mos Eisley. El libro viene con un kit que incluye tres corta galletas con la forma de los personajes de Star Wars: Yoda, Darth Vader y R2-D2.
Definitivamente —y nada nuevo digo— es el mercado el que hace banquete a costa del Episodio VII de Star Wars: El despertar de la fuerza, que al momento de publicarse esta nota había ya batido el record de recaudación. Los fanáticos tienen a su alcance una cantidad impresionante de utensilios de cocina para acompañar sus días y noches de fuerza reencontrada. He aquí un apetecible muestrario: 


Infusor para té Estrella de la Muerte


Set para sushi Enterprise

Set de cuchillos tipo nave de alas X

Abridor de botellas Luke

Molde para cubos de hielo
Robot refrigerador R2D2


 
Infaltable delantal

Dispensador de salsas, réplica del robot R2-D2.


Espátulas enmascaradas


Kit de desayuno

Set medidor

Salero y pimentero

Chops para sushi sable de luz

Galletero cabeza Darth Vader


Waflera Estrellas de la Muerte




Una galaxia aparte: las TAZAS
















lunes, 5 de enero de 2015

Cine: Un viaje de diez metros


Una PELÍCULA de fusión culinaria
@JacGoldberg 

Un viaje de diez metros llega a la sedienta cartelera nacional. Dirigida por el sueco Lasse Hallström, contiene los precisos ingredientes de un manjar cinematográfico: estrellas Michelin, platillos que hacen agua la boca y una actriz de inmejorable cosecha, Hellen Mirren.

ARTICULO COMPLETO EN CLIMAX

lunes, 30 de julio de 2012

Cine y gastronomía

Hombres al dente


Los hombres siempre están al “dente”. Aún cocidos, ofrecen cierta resistencia. Por eso nunca se sabe, como ocurre con la pasta, si sacarlos del agua hirviente o dejarlos en ella unos segundos más. Y de eso va la película del realizador turco —adoptado por Italia desde 1977— Ferzan Özpetek, Hombres al dente, que en estos momentos se proyecta en Caracas como parte del Festival de Cine Italiano, también titulada en otros lares como Mine vaganti, Loose Cannons y Tengo algo que decirles
Su tema pinta común: una historia de familia, una historia de homosexuales, una historia de historias ocurridas en torno a la vida, los paisajes, los días. Pero lo que me fascinó de esta cinta es que gira en torno a la gastronomía. Y no solo porque la parentela protagonista sea dueña de una fábrica de pastas en Puglia, sino porque todo discurre por y para la mesa, en gloriosos banquetes y terrazas dispuestas al placer.
La verdad se sabe en una cena.
El dolor se padece en la mesa del principio y el final.
La mesa concentra el drama, la comedia, el absurdo.
Esta película se suma, sin demasiadas pretensiones pero con mucho sabor, al listín de películas de corte gastronómico que vamos coleccionando y entre las que al vuelo recordamos El festín de Babette de Gabriel Axel; Vatel dirigida por Roland Joffré; Chocolat por Lasse Hallström; Un toque de canela de Tassos Boulmetis; Entre copas por Alexander Payne; Comer, rezar y amar, por Ryan Murphy; La gran noche por Stanley Tucci y Campbell Scott; Julie & Julia escrita y dirigida por la recientemente fallecida Norah Ephron.



martes, 14 de junio de 2011

Cineastas saboreadores

Obra de Grete Stern, fotógrafa y diseñadora alemana,
fallecida en Argentina en 1999.


Tres frases que reiteran cuán cerca está la comida de todas las artes y cómo grandes cineastas no titubean a la hora de emprender una metáfora.


El cine no es un trozo de vida, sino un pedazo de pastel.

Alfred Hitchcock


No solo de pan vive el hombre. De vez en cuando, también necesita un trago.

Woody Allen


Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con las películas, nace y renace en cada saboreador.

Federico Fellini

sábado, 16 de abril de 2011

Un vistazo al Chaplin gastronómico

Hoy en su aniversario


Se cumplen 122 años del nacimiento de Charles Chaplin, siempre vigente, con tanto aún por decir.
No son pocas las películas del artista nacido en Inglaterra donde la gastronomía se convierte en personaje y su talento hace de la comida o su ausencia, la mesa y la imaginación ámbito de sueños y mejores días.

En el restaurante, de Tiempos Modernos



Y otras más...
De la inolvidable Tiempos Modernos, la escena de la máquina de comer
http://youtu.be/pZlJ0vtUu4w

El ballet de la mesa, de La Quimera del Oro
http://youtu.be/xoKbDNY0Zwg

De El Inmigrante
http://youtu.be/xqTnwZWbnEE

El café divertido, en Tiempos Modernos
http://youtu.be/1mYtNMDFyXQ

jueves, 7 de abril de 2011

Hollywood prepara una película sobre El Bulli

El personaje será, claro, Ferran Adrià



Así es. Ferran Adrià, el mejor cocinero del mundo y el hombre que cambió la forma de entender el arte culinario, ha revelado en la presentación de un libro en Nueva York que el productor Jeff Kleeman (Titanic), está preparando una película sobre su restaurante.
El film será una adaptación de ese libro, A season in the kitchen at Ferran Adrià's El Bulli. The Sorcerer's apprentice; libro que ha escrito la periodista Lisa Abend después de pasar seis intensos meses compartiendo su vida con el cocinero y sus empleados.
La alianza entre Adrià y Kleeman parece definitiva, y el cocinero ha dicho que el productor se enamoró del restaurante y que incluso aprendió catalán para mandarle mails y convecerle de hacer el film, que se hará.
La idea es centrarlo en los últimos meses de vida del restaurante (cierra en breve) y durante su reapertura como fundación.
Kleeman ha asegurado que la película no será un documental, sino un largo de ficción. No sabemos si aparecerá Adrià entre fogones y experimentos culinarios, pero el chef ha asegurado que “no será una película sobre El Bulli, sino una película sobre gente que quiere a la comida”. Como parecido razonable con Adrià, proponemos a Billy Crystal.
Si todo va bien, el film se verá en 2014.

viernes, 11 de marzo de 2011

Continúa Film & Cook con Mey Hofmann

Cocina y cine para el alma

Aymara Arreaza R.
Especial desde Barcelona, España,
para Textos en su tinta


“La gente se llena la barriga con mierda: pasta, pescado frito, hamburguesa, pizza, todo a base de congelados y frituras. Debemos ofrecerles comida para el alma.” Semejante sentencia la grita el chef que Zinos, protagonista de Soul Kitchen de Fatih Akin (2009), contrata para que lo sustituya en la cocina.

En el centro Zinos rodeado de sus compañeros de vida, soul y cocina.
El chef sentencioso es el portador del cuchillo (extremo derecho)

En la odisea que Zinos interpreta, el negocio de la restauración es mostrado como una guerra de obstáculos: menú, limpieza, tecnología, personal y, sobre todo, la demanda del público. La película se desarrolla como una comedia que le sabe sacar partido a las dificultades de las exigencias absurdas de un cliente que pide gazpacho caliente, o a gente que prefiere los platos malos conocidos que los buenos por conocer. Sin embargo, más allá de las buenas escenas y de la fotografía del arte de cortar bien las verduras y de servir con gracias un plato, la película divaga entre varias historias de amor que poco le aportan a la trama principal. Lo bueno, digamos la novedad, que el festival Film & Cook nos ofrece a los espectadores es conocer cómo ve un chef una película que trata sobre cocina: en este caso, Mey Hofmann, dueña de la escuela y restaurante Hoffman, que cuenta con una estrella Michelín (Ver).

Mey Hofmann conversando con el público

Mey, al igual que el chef que en Soul Kitchen aconseja a Zinos, cree que hay que aligerar todos los tipos de comida y dar valor a los sabores y productos. Además, hay que saber fusionar la tradición culinaria con todas las innovaciones, pero sin perder el fondo. Comentaba Mey, mientras respondía preguntas durante su presentación, que el trabajo de un buen restaurante (y el de ella especialmente) es procurar a través de sus platos el recuerdo de los sabores de la tradición mediterránea.

Mey Hofmann en acción

Mey pasó de lo teórico a lo práctico y puso manos a la obra: hizo una demostración de su manera de cocinar. Creó un postre inspirándose en la película, por lo que decidió llamarlo “Soul Kitchen dessert”. Los ingredientes: mascarpone (hecho con leche, nata, agua y azúcar), manzana y crumble (hecho con harina, mantequilla, sal gris, azúcar, almendra y canela).

La presentación del postre fue, sin duda, lo más original que hizo Mey, señora de la cocina que lleva más de veintiocho años frente a los fogones, y que recordó que el boom de la gastronomía empezó en los años setenta, aunque no es sino hasta fechas más recientes cuando el arte culinario ha tenido tanto auge. Mey ha tenido la suerte de desarrollar una trayectoria que le obliga a mantener sus orígenes sin desestimar la creatividad e innovación.




jueves, 10 de marzo de 2011

Hoy arranca en Barcelona Film & Cook

El gran festival de la gula y la mirada

Aymara Arreaza R.
Especial desde Barcelona, España,
para Textos en su tinta


Barcelona es líder en Europa por incubar e impulsar proyectos emprendedores. No solo la tecnología móvil y sus aplicaciones traen a esta ciudad gente de todos los rincones del mundo, sino también la cultura gastronómica y los cocineros que han hecho de Cataluña un referente para los paladares más curiosos. Ejemplo de esta habilidad de cocer grandes banquetes es la puesta en marcha del primer festival de cine que se dedica exclusivamente al mundo culinario: hoy se estrena Film & Cook y se servirá en las salas del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona y del Fomento de las Artes y el Diseño hasta el domingo 13 de marzo.
El festival ofrece nada más y nada menos que la unión explícita de dos públicos: amantes de la cocina y el cine. La imagen del cartel promocional invita a este tándem: en un plato están servidas las botas de Chaplin, tal como lo muestra la escena de La quimera de oro.
Film & Cook servirá a todos los espectadores-comensales de cine palomitas (cotufas) gourmet y entrantes, así como presentaciones de la mano de Ferran Adrià, quien pondrá la guinda al estreno en España de la película El Bulli: Cooking in Progress (Dir. Gereon Wetzel - V.O. español y catalán - Alemania - 108"). Además, barmans expertos prepararán cócteles que podrán beberse antes, durante o después de la película. La programación combina cortometrajes y documentales con demostraciones culinarias, charlas y mesas redondas. Ya les contaré cómo siguen esos fogones que hoy mostrarán también el estreno de Mugaritz en la cocina inacabada (Dir. Gentzane Martínez de Osaba, José María Argoitia y Alex García de Vicuña – España V.O.S.E. español y vasco).
Aquí va la web para que saboreen los platos de esta atractiva carta cinematográfica y culinaria: http://www.filmandcook.com


sábado, 29 de enero de 2011

El hombre de al lado

Y un escabeche de jabalí

A Adriana Morán,
que nos acompañó de Buenos Aires a La Plata para ver esta casa





Anoche vi una película argentina maravillosa, muy premiada ya, apenas estrenada en septiembre del año pasado: El hombre de al lado, dirigida por la dupla Gastón Duprat y Mariano Cohn, con guión de Andrés Duprat. Los protagonistas son Rafael Spregelburd y Daniel Aráoz.
La cinta está ambientada en la Casa Curutchet, ubicada en la ciudad de La Plata, la única que diseñara en América Latina el célebre arquitecto Le Corbusier. En aquella quinta maravillosa, de rampas y paredes blancas, se desencadena una tragedia que, no por casualidad, tiene como origen la necesitad del vecino, Víctor, de “una rayitos de sol”, tema que obsesionaba a Le Corbusier.
El propietario de la célebre casa, Leonardo, es un diseñador amargado, prestigioso, culto, refinado, al que detestan su esposa y su hija, y que enloquece ante la construcción de la ventana que taladra su privacidad, su cordura y luego su destino.
En algún momento, entre las muchas e irónicas reconciliaciones que intentan los personajes con el único propósito de defender y desaparecer el boquete abierto en la medianera entre ambas casas, el vecino que despierta todas las miserias del propietario —ordinario, con cara de matón, medio sádico, artista que hace raras esculturas y performances a través de la ventana en construcción—, le pasa en un tobo un frasco con un escabeche de jabalí que dice haber preparado él mismo. Cuenta que mató al animal, que lo escuchó gritar, lo desolló y lo condimentó con mucho ajo. El propietario de la lujosa casa de Le Corbusier accede a probar con asco aquella preparación, cuya receta es el sonido que acompaña a los créditos finales y que posee muchos significados dada la violencia del jabalí, su carne prohibida, su rareza en aquella disputa por un poco de sol.