La indefinible rubia ha mostrado ya varias veces que la cocina y los alimentos no le son indiferentes. Apareció trajeada de carne cruda como supuesta protesta y en su video Telephone —junto a Beyonce— hace de la cocina el centro de su lujuria, su veneno y su éxito, preparando una cena en la que se ven sandwiches, hamburguesas y un récipe que contiene diversos venenos. “Si puedes matar a una vaca, puedes hacer una hamburguesa”, dice. En estos días ha confesado su obsesión por los programas de cocina, gracias a los cuales ha conseguido, según dice, ser una buena cocinera. En declaraciones a la revista “Heat”, Lady Gaga señaló que su especialidad es la comida italiana. Visto está que los fogones son el más global y creativo de los escenarios.
Este video muestra al Mariachi Colonial tocando en un restaurante quizá del DF, situación absolutamente natural en México. Raro es que uno esté desayunando a las diez de la mañana un lunes en Caracas en la exquisita pastelería St. Honoré y aparezcan de pronto unos mariachis con todo y sus noctámbulos atuendos, su trompeta, su vozarrón de charro malquerido. Eso ocurrió ayer mientras intentaba despedirme de unos bellos amigos que retornan a su exilio argentino. La verdad es que el asunto no nos perturbó demasiado, era un homenaje a un precioso bebé de ojos azules que soplaba su primera vela. La familia tenía, como nosotros, semblante de adiós y extranjería. De ahí el mariachi, que en Venezuela es homenaje predilecto en bodas, quince años y noviazgos en picada, eso si, de noche, muy de noche. Tras la leve sorpresa del mariachi materializándose bajo el solazo de los Palos Grandes, quizá lo verdaderamente contundente fue que todos seguimos comiendo como si nada, tarareando cada una de las cuatro piezas interpretadas. Nos la sabíamos, no nos daba vergüenza hacerles coro, mezclar francesa Quiche Lorraine, venezolano café con leche y mexicanísimo “Si nos dejan”. Así somos, justamente por que nos dejan…..¿aún?
La comida está en nuestro lenguaje de todos los días, más allá de la mesa. Nombra lo innombrable, es metáfora, antónimo, predilecta a la hora de aludir a recodos sexuales. Y gran cantidad de grupos musicales asumen vocablos provenientes de la gastronomía. Simple y viejo ejemplo Red Hot Chili Peppers. En Venezuela una búsqueda rápida y casi ignorante —seguro hay mucho más— me llevó a siete magníficos nombres:
¿Díganme si hay canción más gastronómica que Tu boquita, hecha famosa para siempre por la vedette, bailarina, actriz y presentadora de televisión Iris Chacón, la llamada Bomba de Puerto Rico?
La escritora venezolana Natasha Tiniacos me hace un regalo desde New Orleans: la canción Baby Don't You Cry (The Pie Song) con la bella voz de Quincy Coleman y advierte que: “Cuando tenga un bebé y haga tortas, se la voy a cantar”. No dudo que ambos momentos llegarán. Por ahora escuchamos juntas en la distancia la canción y pienso en la posible diferencia entre pie, tarta, tartaleta, torta, bizcocho.
Voy directo al DRAE: tarta. (Del fr. tarte). f. Pastel grande, de forma generalmente redonda, relleno de frutas, crema, etc., o bien de bizcocho, pasta de almendra y otras clases de masa homogénea.
tartaleta. 1. f. Pastelillo de hojaldre en forma de cazoleta, que se rellena de diversos ingredientes después de haber sido cocido al horno.
torta. (De or. inc.). 1. f. Masa de harina, con otros ingredientes, de forma redonda, que se cuece a fuego lento.
bizcocho. (De bi- y el lat. coctus, cocido). 1. m. Masa compuesta de la flor de la harina, huevos y azúcar, que se cuece en hornos pequeños.
Pie no existe como vocablo gastronómico,
es un anglicismo indiferenciado de tarta o tartaleta.
Queda aquí la canción,
tema de la película La camarera (2007), obra póstuma de la polifácetica Adriene Shelly, protagonizada por Keri Russell.
Baby Don't You Cry (The Pie Song) Quincy Coleman
When the world Is gray and bleak Baby don't you cry I will give you every bit Of love that's in my heart I will bake it up Into a simple little pie
Baby don't you cry Gonna make a pie Gonna make a pie With a heart in the middle Baby don't be blue Gonna make for you Gonna make a pie With a heart In the middle Gonna be a pie From heaven above Gonna be filled With strawberry love Baby don't you cry Gonna make a pie And hold you forever In the middle of my heart
Baby here's the sun Baby here's the sky Baby i'm your light And i'm your shelter Baby you are mine I could freeze the time Keep you in my kitchen With me forever Gonna be a pie From heaven above Gonna be filled With strawberry love Baby don't you cry Gonna make a pie And hold you forever In the middle of my heart
Gonna bake a pie From heaven above Gonna be filled With butterscotch love Gonna bake a pie From heaven above Gonna be filled With banana creme love Baby don't you cry Gonna bake a pie Hold you forever Hold you forever And hold you forever In the middle of my heart
Sin habérmelo propuesto, voy descubriendo cuánta música se emparenta, a su manera, con la cocina. Hoy me maravilla, gracias a Jean Marc Tauszik desde Facebook, Ege Bamyasi, cuarto álbum de la banda alemana Can, grabado en 1972. Dos de sus piezas —al menos sus nombres— tienen que ver con la alimentación: Vitamin C y Soup. Además, la carátula de este disco, inscrito en el movimiento Kraut Rock, muestra el fruto del africano gombo —también llamado ocro, quimbambo, chicombó u okra (del idioma bantú ngombo)—, denominado en las Antillas "espárrago del pobre", usado en ragús y sopas y que puede comerse crudo o cocido. En la actualidad se halla en África, Asia, India, América del Sur y Central, pero también en los países mediteráneos y Francia y es relevante sobre todo en la cocina Creole.