Dos fragmentos
de Luigi Sciamanna para
saborear
El gigante no existe. No al principio.
Su carne de mármol es materia más espesa que los días, más ardua que las madrugadas
cavilantes.
El gigante es una discusión, una
historia cincelada desde un porvenir ya ocurrido. Reflexión sobre el arte, sus
aspiraciones, la ferocidad que a veces lo mutila. Discurso vertiginoso sobre el
cuerpo, su belleza, su libertad. Parece escrita anoche, para las arduas horas que vivimos.
El gigante David estuvo en manos del
artista italiano Miguel Angel Buonaroti entre 1501 y 1504 por encargo de la
Opera del Duomo de la Catedral de Santa María del Fiore de Florencia.
Hoy, es palabra en manos del también renacentista Luigi
Sciamanna, autor, productor ejecutivo, director, responsable de la puesta en
escena e imponente actor de la pieza teatral El gigante de mármol, que podrá
verse por tan solo dos fines de semana más en la Asociación Cultural Humboldt en
Caracas (sábados y domingos, 4 pm).
Reinicio este Blog, después de un
largo reposo, recomendando a ojos cerrados esta pieza ya paradigmática en la dramaturgia
nacional.
El elenco de El gigante de mármol está
conformado por Elvis Chaveinte como Miguel Ángel Buonarroti; Armando Cabrera
como Piero Soderini, Gonfaloniero de Justicia de la República de Florencia;
Marcos Moreno como Tommaso da Montelupo, rico comerciante del Gremio de la
Lana; Luigi Sciamanna como Marco Piotti, secretario de la Oficina para Trabajos
de la Catedral; Carla Orive como Roma, la complaciente novia; Daniel Torres
como Margutte, guardaespaldas del difunto Lorenzo de Medici; Asier Brightman
como ÉL . Y especial mención merece un como nunca antes enorme Jorge Palacios,
en el rol del aguerrido cardenal romano Ildefonso da Manoforte.
Lo que sigue son dos fragmentos de la
densa y poética pieza escrita por Sciamanna, cedidos especialmente para buena
suerte del renacimiento de Textos en su tinta y que pronto veremos editados en
un libro junto a su extraordinaria obra anterior, La novia del gigante.
De El gigante de mármol
Por ©Luigi Sciamanna
(…)
CARDENAL MANOFORTE: Quisiera proponer
algo. Traer quizá un poco de vino y fruta. Estoy seguro que nuestro escultor lo
agradecerá. Está visto que puede transformar el mármol en carne, pero no en
pan, ¿cierto? Usted necesita recuperar un poco de color, Buonarroti; está más
blanco que el mármol de su estatua.
(…)
CARDENAL MANOFORTE: ... donde la
fragancia de las aceitunas danza con la esencia del sándalo. La mesa de los
esponsales estará cubierta con un mantel embellecido con finas ramas de
perejil. Allí, los platos fueron lavados en agua de romero, los cubiertos están
envueltos en hojas de mandrágora, las pequeñas toallas dibujadas con flores de
lirio y las copas llenas hasta el borde con vino nuevo y bueno.
Entrevista con Luigi Sciamanna | en Estampas |