El despertar de la FUERZA culinaria
Poco se ha comido en la saga de Star
Wars. Se sabe.
Está la Leche azul que ofrece la tía
Beru, bebida refrescante, rica en nutrientes y proteínas propia de los mundos
faltos de de recursos naturales; el Té H´kak, infusión estimulante hecha con
los frijoles del arbusto H´kak y de intenso color anaranjado; el Pastel de
Pally, frutilla que crece en los laboratorios hidropónicos de la granja; y el
filete de Dewback, lagarto omnívoro gigantesco que sirve como montura y bestia
de carga (las costillas de Dewback a la Parrilla son las preferidas de Luke).
Hay libros de cocina que rebuscan en las
célebres películas, entre ellos La Cocina de Star Wars, de Robin Davis
y Lara Starr,
que ofrece recetas de Chewies de chocolate y Jawa bailones, Landonuts y tortas
espaciales Mos Eisley. El libro viene con un kit que incluye tres corta
galletas con la forma de los personajes de Star Wars: Yoda,
Darth Vader y R2-D2.
Definitivamente —y nada nuevo digo— es el
mercado el que hace banquete a costa del Episodio VII de Star Wars: El
despertar de la fuerza, que al momento de publicarse esta nota había ya batido el record de recaudación. Los fanáticos tienen a su alcance una cantidad
impresionante de utensilios de cocina para acompañar sus días y noches de
fuerza reencontrada. He aquí un apetecible muestrario:
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Infusor para té Estrella de la
Muerte |
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Set para sushi Enterprise |
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Set de cuchillos tipo nave de alas X |
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Abridor de botellas Luke |
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Molde para cubos de hielo |
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Robot
refrigerador R2D2 |
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Infaltable delantal |
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Dispensador de salsas, réplica del robot
R2-D2.
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Espátulas enmascaradas |
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Kit de desayuno |
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Set medidor |
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Salero y pimentero |
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Chops para sushi sable de luz |
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Galletero cabeza Darth Vader |
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Waflera Estrellas de la Muerte |
Una galaxia aparte: las TAZAS
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