Este video muestra al Mariachi Colonial tocando en un restaurante quizá del DF, situación absolutamente natural en México. Raro es que uno esté desayunando a las diez de la mañana un lunes en Caracas en la exquisita pastelería St. Honoré y aparezcan de pronto unos mariachis con todo y sus noctámbulos atuendos, su trompeta, su vozarrón de charro malquerido. Eso ocurrió ayer mientras intentaba despedirme de unos bellos amigos que retornan a su exilio argentino. La verdad es que el asunto no nos perturbó demasiado, era un homenaje a un precioso bebé de ojos azules que soplaba su primera vela. La familia tenía, como nosotros, semblante de adiós y extranjería. De ahí el mariachi, que en Venezuela es homenaje predilecto en bodas, quince años y noviazgos en picada, eso si, de noche, muy de noche.
Tras la leve sorpresa del mariachi materializándose bajo el solazo de los Palos Grandes, quizá lo verdaderamente contundente fue que todos seguimos comiendo como si nada, tarareando cada una de las cuatro piezas interpretadas. Nos la sabíamos, no nos daba vergüenza hacerles coro, mezclar francesa Quiche Lorraine, venezolano café con leche y mexicanísimo “Si nos dejan”. Así somos, justamente por que nos dejan…..¿aún?
Tras la leve sorpresa del mariachi materializándose bajo el solazo de los Palos Grandes, quizá lo verdaderamente contundente fue que todos seguimos comiendo como si nada, tarareando cada una de las cuatro piezas interpretadas. Nos la sabíamos, no nos daba vergüenza hacerles coro, mezclar francesa Quiche Lorraine, venezolano café con leche y mexicanísimo “Si nos dejan”. Así somos, justamente por que nos dejan…..¿aún?
1 comentario:
Jejeje, eso es para los ingratos que dicen que en Caracas no pasa nada =)
Publicar un comentario