Tristísimo un viñedo en reposo. Las parras —¿lápidas en perfecto orden?, ¿alambrada de un campo de concentración?— ignoran la hoja del después...
viernes, 31 de mayo de 2013
lunes, 13 de mayo de 2013
De la escasez al dolor
Llanto de supermercado
© Jacqueline Goldberg
Hoy me arrancó la piel
la escasez de alimentos en Venezuela.
Llegué a mi pequeño, frágil e inútil
fondo.
Ese que no importa al Gobierno,
a los productores,
a la red de distribución.
Me vi arrastrada por una ola de manos
y pies
que intentaba tomar a la fuerza envases
de 420 cm3 de aceite de maíz.
Podíamos llevar hasta seis por
persona.
Había mucho.
Pero renacíamos
de una oscura y humillada bestialidad.
Debí golpear a una mujer para no caer
de rodillas.
Un poco más allá estaba la Harina Pan.
Quedaba un par de paquetes
y el rastrojo de la reciente rebatiña.
En el estante de papel de baño
conseguí cuatro rollos:
triunfo para mi higiene espiritual.
No había jugos sin azúcar,
mantequilla, pan, galletas.
Apenas dos tipos de pasta.
No hallé nada jabonoso
para limpiar los suelos de mi hogar,
hastiados ya de bactericidas aguas con
olor.
Muchos eran los anaqueles vacíos,
metáfora simplista de cómo estamos por
dentro.
Pagué y fui a la pollera
—en el supermercado no quedaba nada
proteico
más allá de unas latas de atún—
y cuando me asomé a las neveras vacías,
comencé a llorar desconsolada.
Lloré como quien se topa
un refrigerador con cadáveres amados.
La dueña —madre de una amiga de
infancia—
me miraba sin comprender,
decía que al menos
hay carnosos muslos.
¿Cómo puede alguien llorar
ante la ausencia de pechuga de pollo?
No lo sé.
Pero lloré, lloré mucho,
gemí con un dolor
que tenía meses contenido,
negado a recaer en las simplezas de la
cotidianidad.
Pensé en el mundo que estoy legando a
mi hijo,
en cómo puedo leer y escribir poesía
en un país donde mi dignidad
es dar vueltas y vueltas en busca de
nada.
Pensé en cómo puedo amar la gastronomía
si no hay nada tan indecoroso como
alcanzar su goce.
Cada día soy más quebradiza.
Lloro, me arde la impotencia.
Soy náusea,
hoy poderosa
a fuerza de contados aceites propios.
Etiquetas:
Alimentos en Venezuela,
Escasez,
Poesía
viernes, 10 de mayo de 2013
En el Día del artista plástico
Una invitación a tejer palabras
La Novia Manca
(@LaNoviaManca), artista plástico, prepara
la intervención TextoTextil titulada
Antología Visual «Juan Sánchez Peláez» en homenaje al poeta venezolano. La
muestra se realizará próximamente en la Galería GBG Arts, bajo la gestión curatorial de
Carmen Alicia Di Pasquale y GBG Arts. En el interín nos invita a jugar con un
poema del escritor venezolano a través de Twitter y con el hashtag #palabraJSP. La imagen que sigue fue resultado de mi combinación.
Más información AQUI
miércoles, 8 de mayo de 2013
En el marco de Venezuela Gastronómica en Mérida
El FESTÍN de los jóvenes cocineros
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Los cocineros, los anfitriones Xinia y Peter y los maestros de ceremonia, María Fernanda Di Giacobbe y Sumito Estévez |
El viernes pasado comenzó el muy
esperado evento dedicado a Mérida. Fui invitada exclusivamente a la cena de
inauguración, un banquete celebrado en la Posada Xinia y Peter y conducido por
los jóvenes cocineros Sonia Semidey (Carora); Luis Daniel Rojas, (Caracas); Néstor
Gutiérrez (Mérida); y Teo Zurita (Mérida).
Xinia y Peter son los amos de la más
bella y cálida posada que conozco en Mérida. Mis días allí tuvieron efectos de
spa, de retiro espiritual, de vuelta a casa. Fui consentida desde el desayuno
hasta la cena, desde el baño a la cama. Hasta los rotundos truenos de dos noches
de lluvia se confundieron con una placidez que no dejaré de agradecer.
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Los panes de Bruzual |
Una cena inolvidable
El viernes a las 8 pm todo estaba
dispuesto para setenta personas que no hicieron multitud. Fuimos recibidos con
un espumante y del resto de las bebidas se encargó la Distribuidora deAlimentos FUSARI C.A.
El primer bocado, el de la bienvenida,
fue creatura de la propia Xinia Camacho, una rica Terrina de gallina sobre
casabe, con el que probamos el vino espumoso francés De Berville Brut, elaborado
con uvas Sémillon y Ugni Blanc.
De inmediato llegó una variedad de
exquisitos panes de Juan Carlos Bruzual, hechos con productos de la zona y
pasión viajera.
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El ceviche antes de su leche de tigre |
Siguió como entrada una sopa sutilmente
titulada “Pan de miel en punto de gemidos”, de queso de cabra azul servida en
un pancito tibio de miel, obra de la chef caroreña Sonia Semidey.
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Trucha enamorada de su páramo |
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Cuello seductor |
No hubo postre sino postres. Muchos y
bien acompañados. La Distribuidora de Alimentos FUSARI C.A. se lució con tres
destilados a los que correspondieron tres bien escogidos manjares. Jesús Nieves
Montero nos paseó por el origen y méritos de cada bebida. Inició la ronda una
Grappa Poli Mirtillo (con infusiones de arándanos) que dialogaba con el dulzor
de Teo Zurita: un bizcocho húmedo, con fresas y maravillas que a esa hora
revoloteaban en el cuerpo. Siguió un Eau-de-Vie Poire William's, regañador pero
que fluyó directo al pecho en su conversa con un pastelito de hojaldre relleno
de frutas sobre crema inglesa. Y finalmente, un triunfante Calvados Coeur de Lion
le dijo lo suyo a un solitario bombón de Chocolates La Mucuy.
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Xinia y Sumito, sabios en sonrisas y misterios |
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Luis Daniel Rojas |
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Sonia Semidey |
Resumen I: No se puede pedir más.
Resumen II: Los jóvenes cocineros
venezolanos son ya certeza de futuro.
Resumen III: En una próxima oportunidad
seguro que asisto a Venezuela Gastronómica.
Telefax: +58 (0)274-283.0214
Celular: +58 (0)416-874.7698
Celular: +58 (0)416-874.7698
La Mucuy Baja, Qta. Xinia
5116 Tabay
Edo. Merida, Venezuela
5116 Tabay
Edo. Merida, Venezuela
martes, 7 de mayo de 2013
El gigante de mármol
Dos fragmentos
de Luigi Sciamanna para
saborear
El gigante no existe. No al principio.
Su carne de mármol es materia más espesa que los días, más ardua que las madrugadas
cavilantes.
El gigante es una discusión, una
historia cincelada desde un porvenir ya ocurrido. Reflexión sobre el arte, sus
aspiraciones, la ferocidad que a veces lo mutila. Discurso vertiginoso sobre el
cuerpo, su belleza, su libertad. Parece escrita anoche, para las arduas horas que vivimos.
El gigante David estuvo en manos del
artista italiano Miguel Angel Buonaroti entre 1501 y 1504 por encargo de la
Opera del Duomo de la Catedral de Santa María del Fiore de Florencia.
Hoy, es palabra en manos del también renacentista Luigi
Sciamanna, autor, productor ejecutivo, director, responsable de la puesta en
escena e imponente actor de la pieza teatral El gigante de mármol, que podrá
verse por tan solo dos fines de semana más en la Asociación Cultural Humboldt en
Caracas (sábados y domingos, 4 pm).
Reinicio este Blog, después de un
largo reposo, recomendando a ojos cerrados esta pieza ya paradigmática en la dramaturgia
nacional.
El elenco de El gigante de mármol está
conformado por Elvis Chaveinte como Miguel Ángel Buonarroti; Armando Cabrera
como Piero Soderini, Gonfaloniero de Justicia de la República de Florencia;
Marcos Moreno como Tommaso da Montelupo, rico comerciante del Gremio de la
Lana; Luigi Sciamanna como Marco Piotti, secretario de la Oficina para Trabajos
de la Catedral; Carla Orive como Roma, la complaciente novia; Daniel Torres
como Margutte, guardaespaldas del difunto Lorenzo de Medici; Asier Brightman
como ÉL . Y especial mención merece un como nunca antes enorme Jorge Palacios,
en el rol del aguerrido cardenal romano Ildefonso da Manoforte.
Lo que sigue son dos fragmentos de la
densa y poética pieza escrita por Sciamanna, cedidos especialmente para buena
suerte del renacimiento de Textos en su tinta y que pronto veremos editados en
un libro junto a su extraordinaria obra anterior, La novia del gigante.
De El gigante de mármol
Por ©Luigi Sciamanna
(…)
CARDENAL MANOFORTE: Quisiera proponer
algo. Traer quizá un poco de vino y fruta. Estoy seguro que nuestro escultor lo
agradecerá. Está visto que puede transformar el mármol en carne, pero no en
pan, ¿cierto? Usted necesita recuperar un poco de color, Buonarroti; está más
blanco que el mármol de su estatua.
(…)
CARDENAL MANOFORTE: ... donde la
fragancia de las aceitunas danza con la esencia del sándalo. La mesa de los
esponsales estará cubierta con un mantel embellecido con finas ramas de
perejil. Allí, los platos fueron lavados en agua de romero, los cubiertos están
envueltos en hojas de mandrágora, las pequeñas toallas dibujadas con flores de
lirio y las copas llenas hasta el borde con vino nuevo y bueno.
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Entrevista con Luigi Sciamanna | en Estampas |
Etiquetas:
Cocina,
Literatura,
Luigi Sciamanna,
Teatro
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