viernes, 31 de diciembre de 2010

Con apetito de futuro

Carpe diem 2011,
lo esperamos todo de ti...



Tal vez el mundo cabe en la cocina
Donde hablamos del hijo.
El futuro es un rostro, un dulce nombre,
Una sangre en camino a este camino.

Juan Gelman

jueves, 30 de diciembre de 2010

Sabores de la HORA PRIMERA



Pedazos de pan
CARLOS MARZAL

Cuando lo más cercano, por más propio,
cuando lo más palpable, por más íntimo,
se impone en sobriedad sin que haya esfuerzo,
y adquiere condición de alegoría,
es signo de belleza por la historia,
asombro de verdad, conquista humana.

Esa hogaza de pan, nuestra en pedazos,
nos eleva en su ser, de levadura,
a ser conscientes de tan honda empresa.

Lo bondadoso y lo útil,
emblema de realidad de lo desnudo.
Bendito porque sí,
lo amasaron la llama y nuestra mano.
De entraña blanca y húmeda,
pan que se besa, cuando cae al suelo,
pan que nos besa, cuando está en la boca.

De la necesidad,
este milagro.
Contra la adversidad,
este rastro de pan que cruza el bosque
y que no nos consiente andar perdidos.

Con este pan, al pan, le correspondo.

Las palabras también sueñan ser migas.

Basta un trozo de pan como paisaje.
Como divisa, un trozo de pan basta.

Mi abundancia gentil, mi lujo exacto.
Hazaña del candor, trigo solícito.



Pan negro

MANUEL RIVAS

En estremecidas humaredas de una memoria que no es la mía
voy desgranando el pan negro de los Cuarenta,
el fuego entrecortado por rezos y motores lejanos como aullidos,
los paños bordados con dedos amantes en el blancor,
y también el miedo,
un miedo que silva furtivo,
acechando entre las hiedras,
desnudo, terriblemente flaco y pálido,
como los ojos por dentro.

No es mía esta memoria.
Yo miré las violetas encaramándose a los juegos,
entregándose generosas en los muros secretos.

Pero esta lluvia cansada,
esa luz de limonero aterido,
esos pasos de luna sobre las tejas,
el mugido amarillo que vaga con asma por los nabales floridos...

Quien sea el que recuerde,
quien retenga el pan negro de los Cuarenta,
la paciente creación de uno mismo en los bordados del lino,

el miedo,
un miedo omnipresente que cuelga del techo,
quien sea el que os hable

del cerezo tullido por los dientes del helor,
de motores lejanos como aullidos, del miedo,
de ese miedo huérfano, aterido,
que abre los postigos y acecha por la ventana.

Quien sea el que recuerde,
el que remueva con ternura en mi memoria de violetas
que bordeaban los juegos,
mi memoria de columpios en el recio robledal,
mi memoria de prados musicales.

Quien sea el que os hable,
el que pose sus dedos invernales
en mi memoria,
el que acaricie con sus manos seculares
mi memoria,
el que con gestos suaves palpe mi memoria
de pan blanco
con esas manos que desgranaron el negro pan
de los Cuarenta.

Quien sea el que recuerde
tiene un nombre bordado en mi memoria de violetas,
en el frescor frondoso del viejo robledal,
en los enredos, en los juegos, en el pan blanco,
en las memorias futuras que acaricio, sin miedo,
con mis dedos de ensueño.



(De La gana breve)
LUIS PÉREZ ORAMAS

Cuando esté lejos añoraré las cosas.

Podré nombrarlas, hacerles inventario
y así henchir el vientre de los días
con promesas vagas, con apenas visiones.
Cuando esté lejos añoraré las cosas.
El agua del castaño, por ejemplo
paraíso cada viernes protector de la familia
señor de las cocinas
del fuego prohibido o la infusión para mañana.

Haré el inventario:

Dispondré de cariaquito sembrado antes que uno
despertando de memoria los olfatos
en cada cual, en cada grifo, en toda mano.

Añoraré las cosas:

Borra de café serán los días
pieles exprimidas de naranja
despojos de lentos desayunos
pecado original en las migajas.

Haré el inventario aunque me expulsen
y diré en aquel recinto ya sin ángel
entre aquellas losas ya con Tata o Tomasita
en aquel calor del horno abierto, aventado de comidas
esperando estuve yo con la alegría.



En busca de trabajo
RAYMOND CARVER

Siempre he querido trucha de montaña
de desayuno.

De repente, encuentro un sendero nuevo
a la cascada.

Empiezo a tener prisa.
Despierta,

dice mi mujer,
estás soñando.

Pero cuando intento levantarme,
la casa se ladea.

¿Quién está soñando?
Es mediodía, dice ella.

Mis zapatos nuevos esperan junto a la puerta,
relucientes.

martes, 28 de diciembre de 2010

Dios casi siempre escucha nuestras pequeñas plegarias


Al menos escuchó las plegarias de los habitantes de la Urbanización La Florida, que no teníamos más remedio que caer en las garras de Automercados Plaza’s, un lugar irrespetuoso, sucio, caluroso, estrecho (Ver mi nota del 20 de septiembre pasado AQUI)
Hace tres semanas abrió sus puertas en la Unidad Comercial La Florida —donde por años estuvo el CADA—, Luvebras Automercados. Aún están en proceso de llenar las estanterías y abrir ciertas secciones, pero el espacio es amplio, no huele mal como el otro mercado de Los Cedros, la zona de frutas y verduras es cómoda, no hay que pasarle por encima a los guacales. En fin, agradecida estoy por este milagro y revisando la historia de la empresa me gustó y la copio tal cual de su Página web:

Reseña histórica
Estamos orientados en hacer sentir a nuestra clientela que Automercados Luvebras es como su segunda casa. Más de 30 años de trabajo, han servido para demostrarles a nuestros clientes y proveedores que las palabras de Respeto, Honestidad, Responsabilidad, Mejoramiento, Trabajo en equipo, Calidad de servicio, Orientación al cliente y Ética. Son más que las palabras que distinguen a la familia Luvebras y los principios que día a día tenemos el honor de cumplir.
Con gran esfuerzo y entusiasmo el señor Joao Sidonio Ferreira y su esposa, la señora Neves pisaron tierras venezolanas, huyendo de la posguerra europea un 17 de enero de 1948. Y fue en este país donde establecieron sus raíces.
Venían de Madeira, Cámara de Lobos, con su herencia muy valiosa: Un gran amor hacia el trabajo y la integridad de sus valores familiares: Respeto, honestidad, responsabilidad. Cuando llegaron a Venezuela establecieron dos tiendas “Todobarato” en Sabana Grande y El Paraíso, su trabajo diario, unido a la familiaridad y al calor de su raíz lusitana los acercó a la comunidad, ganándose la confianza y el cariño de sus vecinos.
Para 1965, el señor Joao tomó la decisión de vender sus tiendas “Todobarato” y se enrumbó hacia Brasil. Allí se dedicó al negocio de la construcción realizando muchas obras. Transcurrieron cinco años y en 1970 regresó a Venezuela, pero nunca olvidó su afecto por estas tierras. Allá levantó una gran obra, que todavía en el presente honra su productiva estadía en este país.
Fue hace 35 años cuando el sueño del señor Joao y de su familia comenzó a florecer, en aquel terreno recién adquirido de la Urbanización El Marqués, con la construcción del Conjunto Comercial Luvebras. Allí abrió su primer gran Automercado con un significado entrañable:

LU Por ser lusitano, en honor a sus raíces portuguesas

VE Porque Venezuela es el paìs que lo acogió
para establecerse,

en él nacieron sus hijos y desarrollò su vida

BRAS Por su gran afecto a Brasil

martes, 21 de diciembre de 2010

El blog se repiensa

Bellísima imagen de un atardecer en la Isla de Coche
descaradamente tomada de Don Perucho en Flickr, con todas mis disculpas y agradecimiento


Por una semana este blog se detiene para pensarse,
repensarse, mirar más lejos.

Luego del 27 de diciembre volveré
con palabras, sabores y memorias de unos días lejos o más lejos.

O quizá no vuelva,
habiendo comprendido lo importante.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Lo que el agua se llevó


La tierra se va secando. La Navidad penetra con un dejo de tristeza y angustia por el porvenir. Las lluvias de las pasadas semanas comienzan a ser memoria ajena, titular decreciente de la prensa, excusa presidencia para afianzar un acabose. Pero la vida no se detiene. Y mucha de la producción agropecuaria de Venezuela no se seca, ni se habilita para mejores destinos. Las consecuencias las sentiremos luego, cuando bajen otras aguas, las de la ceguera colectiva, la del país deshecho, las del miedo.
He aquí un lista somera de lo que el agua nos dejó:

•La Federación Bolivariana de Ganaderos de Venezuela (Fegaven) confirmó la muerte de 15.356 animales en el estado Falcón, a causa de las lluvias que han caído en esa región en las últimas semanas. Balsamino Belandria, presidente del gremio, señaló que en una extensión de 18.000 hectáreas resultaron afectadas por las inundaciones 3.816 cabezas de ganado bovino, 8.340 caprinos y 3.200 ovejos, balance que hicieron con apoyo del Ministerio de Agricultura y Tierras.
•Las lluvias que inundaron Sur del Lago, municipios indígenas y de la Costa Oriental en Zulia, arrasaron con hectáreas de pastizales, que daban de comer a las reses, a las mismas se destinarían a la producción de leche y carne.
•Según datos estimados de Confagán Zulia se perdieron 305 mil 997 reses, y una disminución de ordeño de 566 mil 67 litros diarios de leche.
•Se calcula que 35% a 40% de la producción nacional de plátano ha sido afectada, en Barlovento y en el sur del Lago de Maracaibo. La producción de carne y leche también sufrió por las lluvias.
•El alcalde de Francisco Javier Pulgar, Luis Ruda, informó que Merida es una de las primeros productoras de plátano de Venezuela. “Un gran porcentaje de la producción platanera está afectada por el desbordamiento de los río Chama, Mucujepe, Gavilanes y Frío. Tenemos casi 25 días con inundaciones continuas; algunas controladas, pero otras no”.
•Según cálculos de Juan Carlos Gómez, miembro de la asociación de productores Procebolla del estado Lara, las lluvias acumuladas en esa región durante los últimos tres meses ya han provocado las pérdidas de unas 1.500 hectáreas de cultivos de cebolla, así como unas 500 hectáreas de siembras de tomate y otras 500 de pimentón.
•En Barlovento sufrieron unas 66.680 hectáreas, de las cuales, alrededor del 35% es del área cultivada con cacao, ñame, ocumo, yuca y plátano.
•Eladio Ortega, vocero de los productores del Valle de Quíbor, explicó que la situación es muy compleja ya que además de las lluvias que no han cesado en los últimos meses, está la intervención de Agroisleña, lo que ha generado una crítica situación para los productores que no obtienen los créditos a tiempo. Señaló que solo en el Valle son más de mil 100 productores afectados y entre 400 y 500 hectáreas que presentan pérdida total. El Valle es uno de los principales productores del país de cebolla, cilantro, pimentón entre otros rubros. Explicó que una hectárea representa 50 mil bolívares, si se multiplica por las 500 hectáreas perdidas tenemos 25 millones y si a ello se le suman las otras 500 amenazadas de pérdidas tenemos un total de 50 millones en total, lo que representa la ruina para el sector.

Fuentes: Diversas, de la prensa naciona.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Mercados navideños en Viena

Cuatro semanas
de dulce y espiritosa espera


Texto y fotos de Mara Morillo Inciarte
Exclusivo desde Viena para Textos en su tinta


En Viena, la espera del Niño Jesús es, desde el punto de vista gastronómico, un dulce, dulcísimo, a veces empalagoso, mayormente sabroso, y especialmente alcohólico festín de algo más de cuatro semanas.
Visitar los llamados mercados de adviento para comprar regalos, beber algo caliente y comer, es el entretenimiento favorito de la temporada prenavideña. Desde finales de noviembre y hasta el 24 de diciembre, se puede participar abierta y tranquilamente de lo que para mí es el más intenso y extendido de los atracones públicos del año. Con temperaturas por debajo de los cero grados, y en días en los que ya a las cuatro de la tarde oscurece, es muy agradable beber un vino caliente, o un ponche. La bebida se sirve en tazas con motivos navideños. Así se puede seguir dando vueltas por el mercado con una especie de calefacción portátil para desentumecer las manos y agarrar fuerzas para continuar caminando y buscar de entre la bastísima oferta culinaria algo con qué acompañar el trago. Es un buen lugar para encontrarse con amigos después del trabajo, o los fines de semana. Llevar a los niños para que realicen actividades típicas de la época como hacer galletas de pasta o manualidades. Escuchar música en vivo. Olvidar por un rato lo que llaman “estrés de navidad” y degustar, al aire libre, diversas especialidades que dificilmente se consiguen en otras temporadas. O que no se disfrutan igual que en el invierno, sin la escenografía única que ofrece Viena, donde la majestuosa y bien conservada arquitectura, la tradición musical y la refinada gastronomía, hacen de la aproximación de la Noche Buena un espectáculo diario para todos los sentidos, tanto de los residentes como de los numerosos turistas que recorren Viena en esta temporada.
He aquí una lista de lo que mayormente se consume:

Ponche (Punsch)
La receta original de este coctel viene de la India y su nombre pãč significa cinco, por la cantidad de ingredientes (agua, té, azúcar, limón y aguardiente). El colonialismo hizo que llegara a Inglaterra en el siglo 17, donde la bautizaron como punch, los más cercano a la palabra hindi. De allí se extendió al resto de Europa, adquiriendo nuevos o más ingredientes.
El ponche era la bebida favorita de Wolfgang Amadeus Mozart, quien la probó por primera vez durante un viaje a Inglaterra en 1764. En Austria aún no se conocía.
Para quienes prefieren este coctel sin alcohol existen las versiones “ponche de conductor”, una mezcla de té negro, jugo de naranja y especias, o el “ponche para niños”, que contiene principalmente té de frutas y mucha azúcar.

Una receta (ponche sin alcohol)
Ingredientes
¼ de litro de jugo de manzana
¼ de litro de jugo de naranja
4 bolsitas de té de frutas
4 clavos de olor
1 cucharada de miel (o más, al gusto)
1 pizca de azúcar vainillado
1 litro de agua
1 cucharada de canela en polvo

Preparación
Hervir el agua y colocar las bolsitas de té por uno 5 minutos.
Agregar los jugos, la canela el azúcar y mezclar bien.
Endulzar al gusto con miel.
Fuente: www.gutekueche.at

Vino caliente (Glühwein)
Una receta


Se trata de vino tinto o blanco al que se le agregan especias como el anís estrellado, clavo y canela. Lo importante al prepararlo es no dejarlo hervir. También se endulza al gusto.

Ingredientes
6 clavos de olor
Media naranja
700 ml de vino tinto
300 ml de agua
Una raja de canela
9 cucharadas de azucar

Preparación
Se rebana la naranja y se le introducen los clavos de olor.
Se colocan todos los ingredientes en una olla grande y se deja calentar lentamente (sin que hierva), revolviendo regularmente.
Servir después de unos 10 minutos. También se le pueden agregar unas rebanadas de limón para que tenga un sabor más fresco.
Fuente: www.gutekueche.at


Pan de jenjibre o pan de especias (Lebkuchen)
Uno de mis productos favoritos. Podría decirse que es más una galleta. Se vende normalmente en formas diferentes y muy particulares. La más popular es un corazón al que se le escribe un mensaje.

Castañas horneadas (Maroni)

Estas se venden realmente desde principios de octubre y hasta finales de abril. Las pequeñas casuchas de madera con el horno a carbón se encuentran en las principales plazas y calles de la ciudad.


Quesos, jamones, salchichas



Una extensa variedad de especialidades pasteleras que varía de mercado a mercado, pero en la cual las galletas de pasta son las protagonistas principales.


miércoles, 15 de diciembre de 2010

Desayuno en el Museo de Ciencias Naturales de Viena

Un domingo imperial
con salmón ahumado y Proseco


Mara Morillo Inciarte
Periodista venezolana residenciada en Austria
Exclusivo desde Viena para
Textos en su tinta


El Museo de Ciencias Naturales de Viena ofrece, desde hace once años, cada segundo domingo del mes, un desayuno cultural. Este se inicia con una visita guiada a través del espectacular museo, en la cual se dan a conocer sorprendentes detalles sobre la historia, la arquitectura y la riquísima colección que guarda. A diferencia de otros museos en Viena, cuyo edificio fuera originalmente un palacio u otro tipo de residencia real, el Naturhistorisches Museum (NHM), fue levantado para albergar una extensa colección ya existente, perteneciente a la familia real. Después de casi veinte años de construcción, lo inauguró el 10 de agosto de 1889 el emperador que ordenara la obra: Franciso José I (1830-1916). La edificación en sí es una joya. Su arquitectura realza y testimonia la pasión coleccionista y el amor a las ciencias naturales de varias generaciones de la familia Habsburgo. Cada sala guarda una o más anécdotas vinculadas a la monarquía, y especialmente al último emperador de Austria: Francisco José I.

Museo de Ciencias Naturales, Wien / Cortesía del NHM

La ronda termina en el Café Nautilus del museo, con un desayuno compuesto de salmón ahumado, jugo de naranja, bagels, mantequilla, salsas diversas, café o té, y una copa de Proseco. Cuando los participantes toman asiento, encuentran sólo el salmón y el jugo de naranja sobre la mesa. Lo demás se les sirve poco a poco.


Fotos: Mara Morillo

Sin embargo, debo acotar que la decoración de las mesas no me pareció acorde con el concepto. Para mí un desayuno como este debería ser majestuso. Manteles antiguos, cubiertos de plata, velas, flores y hasta música. Romper el ayuno con todos los sentidos, la rutina del resto de la semana. Por suerte, la ubicación del café compensa la falta: bajo una fantástica cúpula de unos sesenta metros de altura, paredes y pilares ricamente decorados, bellas estatuas, pisos de mármol y ventanales gigantes. El concepto no ha perdido éxito con los años, y hay que reservar con tiempo para obtener uno de los treinta cupos permitidos.

Café Nautilus / Foto: Mara Morillo

Entre los objetos más espectaculares del museo destaca un ramo de flores hecho con piedras preciosas, cerca del 1760. Consta de 2.102 diamantes, 761 gemas de diferentes colores y hojas de seda, en un florero de cristal de roca. Fue un regalo de Maria Teresa I de Austria (1717-1780) a su esposo Francisco I (1708-1765) el día de su onomástico. Tal demostración de amor no podía encontrar otro momento mejor para ser entregado que el que buscó la emperatriz: la mesa del desayuno. Me pregunto, cuál habrá sido el banquete imperial de aquella mañana.

martes, 14 de diciembre de 2010

Dos deliciosos cronistas

No abundan los cronistas gastronómicos, escritores de verbo delicioso y mirada punzante, que se sumerjan en sartenes, copas y salones a sabiendas de que, en el fondo, se trata siempre de un juego, una travesura de palabras. No abundan, pero algunos son maravillosos...


Miguel Brascó
El más argentino de los gauchos, escritor, humorista, dibujante, enólogo y gourmet. Traductor de poetas alemanes, amigo personal de Quino, editor de revistas como Status, Claudia y Cuisine & Vins. Sus crónicas hacen gala de una cartografía linguística arropada con creatividad y osadía. Escribe con semejante erudición y desparpajo sobre las liturgias exigidas por la preparación de un cordero patagónico, los escarapeles del Syrah, los restaurantes del verano atlántico o las proezas de un Malbec entre rock y sexo. Para explicar la importancia de decantar un vino, en su libro Pasarla bien (Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2006) inicia una crónica recordando que quiso responder a un púber sommelier con uno de sus giros “cripto-erudito” que su mujer contuvo a tiempo: “A preguntas isiolíticas, respuestas peripateticas”.
Brascó se burla elegantemente de críticos respingados y comensales en pos del glamour de una gastronomía que cachetea. Lo suyo parece ser traer a la mesa la sabrosura, sin poses ni mañas: “Sobre esos ingresantes por la puerta fashion a la cultura del vino operan los marketings pipiripí de las bodegas cucurucú, transformando el placer gourmet simple y opíparo del tomarlo acompañando el plato que se está comiendo, en una competencia infusa sobre quién le percibe aromas a regaliz y a trufas negras del sotobosque o gusto a cualquier cosa rara, tipo melocotones y mermelada de melocotones, que tienen que ver muy poco o simplemente nada con los aromas y sabores de ese vino”.



Ben Amí Fihman

En comarcas criollas contamos con un gourmet de ironía y poética avasallante, creador de la revista Cocina y Vino y del hoy devastado Salón Internacional de Gastronomía. Su libro, Boca hay una sola (Fundación para la Cultura Urbana, Caracas, 2006), recoge crónicas escritas y publicadas entre 1982 y 1989 en el diario El Nacional bajo el muy recordado título de Los cuadernos de la gula.
Compendio de suculencias, transgresiones, exageraciones y miradas, el libro de Fihman se adentra como pocos en las elegancias y sobriedades de nuestra lengua. Desde filones sociológicos y antropológicos, echa un vistazo a la Venezuela de los ochenta, sus ritos, sus bambalinas, sus restaurante, sus reveses.
En el texto “Weekend en Maracaibo” recuerda lo que él llama un hedonista viaje a una ciudad que algunos recordamos aún: “Maracaibo está en Venezuela, pero es otra parte: un térmico laberinto, una tórrida alucinación (…) Será difícil olvidar la voluminosa personalidad de Guillermo Cedeño, que sirve en Ced del Mar, su local del mercado de Santa Rosalía, al ritmo de incunables de rockola, el sápido armadillo de agua salada. El risueño rostro de Silvestre Matos, cacique de La Matera y su guasare, plato en el que, con elegancia, sentido del color y en justas proporciones, se yuxtaponen chipsi-chipi, huevas de pescado, bollito pelón y arroz con coco. La aleatoria decoración del Stu Ricardo, por fin, un bar griego en el que conviven Buda, moussaka y bolero”.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Manuel Vicent: elogio a la memoria

Memoria y gastronomía suena a fórmula segura. Y lo es. Por eso el vasto listín de libros publicados que abordan los recovecos del recuerdo a partir de lo comido, lo bebido, lo gozado. Unos con más gracia que otros, esos libros se están convirtiendo en un relato antropológico de nuestro tiempo: “somos lo que comemos”, dicen por allí.
El escritor y periodista español Manuel Vicent aporta lo suyo al género a través de Comer y beber a mi manera, publicado a finales del 2006 por Alfaguara. Suerte de autobiografía ilustrada, compendio de ingredientes que forman ya parte de la memoria gustativa del autor y recopilación de sencillas recetas, se trata de una obra que, en el fondo, es un elogio a la cocina mediterránea que encanta y alimenta al autor.
Vicent señala que “el prestigio de la cocina mediterránea estriba en su visibilidad”, estando los ingredientes al descubierto, “sin salsas más o menos literarias que rompan la sustancia de estos alimentos naturales”. Y para sostener su propuesta, el libro discurre entre los más básicos manjares del Mare Nostrum. Comienza con un capítulo dedicado a los Alimentos primarios, donde poéticamente se explican el pan, el aceite de oliva, las milenarias aceitunas, el tomate, el pimiento, los frutos secos y los mercados, que para el autor son como “una estación de donde parten distintos convoyes de la memoria”.
El segundo apartado, titulado “El gusto de la memoria”, repasa muy diversos temas del rito culinario: los aperitivos para cada estación; las ensaladas y verduras a la plancha; la sopa que entona; los arroces, pescados, carnes y los postres.
Un tercer capítulo muestra el cambio del gusto y paladar experimentado por “los progresistas de los años sesenta del siglo pasado”; las bebidas que como proustianas madalenas convocan la ensoñación; y apuntes sobre la cocina mediterránea. El libro concluye con un apéndice intitulado “Once recetas pegadas a la vida”, hechas por amigos y reclutadas en diferentes lugares del mundo, que se suman a las salpicadas a lo largo de toda la obra.
Comer y beber a mi manera, con ilustraciones de Alfredo Alcaín, ganó el premio Gourmand de libros de cocina 2006 en la categoría «Best Cookbook Illustrations» en castellano.
Si bien toda reflexión gastronómica pasa por los alambiques del placer, Manuel Vicent cumple con tal precepto y va más allá a través de un discurso poético en el que discurren con elegancia y sensibilidad colores, aromas, sabores y frases que siempre acuden a la memoria como fecundo cántaro de resplandores: "Comer es un acto místico, convierte cualquier cosa en ti mismo"

domingo, 12 de diciembre de 2010

Las aventuras de un crítico en ciernes

En estos días en que periodistas, comensales y cocineros comentan sobre la apremiante necesidad de fundar en nuestro país una crítica gastronómica seria, sin condescendencias, sin bienintencionados anonimatos, esta breve novela para niños es una enorme lección.
El protagonista de Las descabelladas aventuras de Julito Cabello —Julito, claro— es un niño ocurrente y tan dispuesto a secundar las obsesiones paternas que termina convertido en un crítico acérrimo. Su padre, escritor especializado en restaurantes para un importante diario, lo lleva a cenar junto a su amigo Aarón. Al día siguiente, Julito y su compinche deciden incursionar en la escritura gastronómica y, sin querer queriendo, envían por correo electrónico su humilde pero enfática percepción de lo que ocurre en la cocina, en la mesa y hasta en los baños de un carísimo restaurante. Lejos de ser descartada por el editor —un glotón harto de las críticas pretensiosas de otros diarios—, la nota es publicada bajo el seudónimo de Beltrán Artickoke y genera un sinfín de acontecimientos que sepultan al padre en no pocos enredos.
El autor del libro, el chileno Esteban Cabezas, es periodista, crítico de restaurantes de El Mercurio y editor de una revista especializadas en vinos, La CAV. La novela, que obtuvo una mención especial en el Premio Norma-Fundalectura 2003, es una delicia, de esas que se leen rapidito y hacen que uno se ría solo, esté donde esté.
A través de las aventuras de Julito, el autor aborda una rotunda crítica al lenguaje de la prensa especializada. Dice Julito después de leer uno de los textos publicados por su padre: “¿Quieren que les diga la verdad, aunque sea una verdad ingrata que tiene que ver con mi adorado padre? La verdad es que no entendí casi nada. Primero, porque un montón de palabras no estaban en el disco duro de mi cabeza (suena bien eso, se lo escuché a uno de otro curso del colegio). ¿Alguien normal sabe lo que es un coulis? ¿O una ‘reducción’? ¿O una suprema de algo? Un ‘mezclum’, ¿qué es eso?”.
Más adelante, pasan por la guillotina de este interesantísimo escritor para niños —y adultos—, la comida chatarra, los restaurantes vegetarianos y hasta el capital pecado de la gula. Julito se pregunta casi al final de la novela publicada por el Grupo Editorial Norma en su Colección Torre de Papel: “¿Quién puede llegar a entender una descripción de la palta como ‘suave salsa verde-hilachenta’, y de la mayonesa como ‘delicada transformación del fruto de la gallina’˝.
La breve vida del encapotado crítico Beltrán Artickoke acaba cuando decide alabar la comida sana, lo que su editor entiende como una traición. Este libro merece pues, dos lecturas: una de disfrute pleno —carcajadas incluidas— y otra de reflexión, que ponga en entredicho lo que escribimos y leemos en torno al nada sencillo universo restaurador.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Julian Barnes: ¿un pedante en la cocina?

Dado que lo primero que hemos hecho todos desde el día de nuestro nacimiento es comer, cualquiera se siente con derecho a escribir sobre tan consabida experiencia. Julian Barnes, aún siendo un gran escritor, no es la excepción. Su libro El perfeccionista en la cocina (Editorial Anagrana, España, 2006), se pasea por un caleidoscopio de experiencias que, según algunos lectores, pudo haberse guardado.
La visión de un cocinero tardío y aficionado, sazonadas con toques de humor, ironía y una escritura fluida, son los ingredientes básicos de este conjunto de dieciséis relatos. A ello se suman —no sin cierta gracia, reconozcámoslo— una mesa en la que están servidas obsesiones, angustias, hazañas culinarias, sinsabores, libros de recetas insufribles y una tradición culinaria británica que va dejando ver sus costuras cosmopolitas.
El libro viene guarnecido con ilustraciones, las que no dicen ni ayudan mucho si seguimos las consejas del propio autor: “Nunca compres un libro por sus ilustraciones. Nunca jamás señales una foto en un manual de cocina y digas: ‘Voy a hacer esto’. No puedes”.
El autor se hace preguntas que nos rondan a todos, pero a que a veces ocultamos por obvias: ¿cuánto es una pizca?, ¿cuánto pesa un pedazo?, ¿es lo mismo que un trozo?, ¿qué tamaño debe tener una cebolla mediana?, ¿de qué tamaño es un vaso de vino?, ¿qué diferencia hay entre una cuchara llena y una colmada?, ¿cómo pesar 20 gramos de yema de huevo?
Para Barnes –nacido en 1946– cocinar “consiste en apañarte con lo que tienes: infraestructura, ingredientes, nivel de competencia (…) Imagina cómo serían las cosas si se hiciera realidad tu cocina de ensueño. Lo que guises tendría que estar a la altura de la misma. Figúrate la tensión adicional que esto impondría". Si su escritura se fragua con semejante frialdad, no es pues de extrañar que los relatos de este libro no aporten buen sabor al final. Él mismo se adelanta a cualquier duda: “Es que en la cocina soy totalmente falto de imaginación. No tengo la confianza para improvisar y sigo paso a paso obsesivamente lo que dicen quienes saben más que yo. Para mí, la gran diferencia entre cocinar y escribir es justamente que en la cocina uno sigue las instrucciones de otros, mientras que al escribir uno se basa en su propia receta, esperando que nadie la copie y que sea completamente original, aunque esto último probablemente sea imposible".
Cabe tomar en cuenta si hay intensiones editoriales soterradas que quieran poner a circular al autor aún a costa de sus propias deficiencias. El título en inglés quizá asoma mejor la imagen que el escritor deja: The Pedant in the Kitchen, es decir, un “pedante en la cocina”.
“El perfeccionista en la cocina no se ocupa de si cocinar es una ciencia o un arte; se conforma con que sea una artesanía, como la carpintería o la soldadura casera. Tampoco es un cocinero competitivo. (...) Se contenta con cocinar alimentos sabrosos y nutritivos; sólo pretende no envenenar a sus amigos; sólo desea ampliar poco a poco su repertorio”, escribe Barnes.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Escenas MÍNIMAS

Marco Tulio Socorro es periodista, narrador, escritor de dramáticos y en los últimos años se ha dedicado, lenta y sosegadamente a la fotografía. Su mirada va de los vastos paisajes a la intimidad, de los cielos a los recovecos de la tierra. Magníficos álbumes de su autoría pueden verse en su perfil de Facebook. Las tres imágenes que siguen —pertenecientes a la serie de pronta publicación titulada Escenas mínimas— fueron captadas por él en varios lugares de España, donde reside desde hace algunos años. ¿Qué hay en ellas relacionado con la gastronomía? Pues todo. Incluso el apetito que exigen sus cruciales detalles. Es un obsequio para los visitantes de este blog.


En Granada


En Valencia


En Sepúlveda, provincia de Segovia


Especial desde Madrid,
Fotos de Marco Tulio Socorro

lunes, 6 de diciembre de 2010

Se cambian recetas de autor por juguetes

Todos los niños damnificados por las lluvias en Venezuela esperarán con idéntica ilusion de otros años los presentes del Niño Jesús en esta Navidad. Pero los aguaceros que han azotado al país en las últimas semanas impedirán que los anhelos de muchos de ellos se vean cumplidos. De allí que varios chefs agrupados en la asociación Venezuela Gastronómica crearan un CD con una veintena de recetas de autor para intercambiarlos por juguetes que luego serán entregados a los niños que han perdido sus hogares en diversas zonas.
A la iniciativa se suman varios cocineros de renombre de otros lares como Gastón Acurio del Perú; Andoni Luis Aduriz de España —con dos estrellas Michelín en el País Vasco—; Enrique Olvera de México y Mauro Colagreco —argentino con una estrella en Francia.

Quienes deseen cambiar juguetes por este inédito recetario pueden pasar por los restaurantes:
Alto (Primera avenida de Los Palos Grandes. Teléfono: 0212 2867748)
Mokambo (Calle Madrid, Las Mercedes. Teléfono: 9912577)
ICC (Calle Choroní, Chuao. Teléfono: 0212 9922429)
Kakao (Paseo Las Mercedes. Teléfono: 0212 9935583).

El intercambió se hará entre el miércoles 8 y el martes 21 de diciembre.

La semana entrante será posible hacer semejante canje en Margarita, en el restaurante Mondeque de Pampatar.

Contacto:
Ángela Oráa RR.PP
0416-6307105
9777721

París será una fiesta en el 2011

Feria del libro de cocina


Se celebrará en marzo del 2011: es la Feria del libro de cocina de París, el mayor evento del mundo dedicado a los libros gastronómicos y del vino, donde armonizan sin complejos negocio y placer. “Editores, autores, fotógrafos, diseñadores, impresores, distribuidores, libreros; todos se juntan en la Feria del Libro de París para negociar sus proyectos. Además, demostraciones culinarias realizadas por los chefs de mayor prestigio y catas de vino en el Bar Internacional promocionan los libros más recientes”, señala la página del evento, que puede verse AQUI.



Una bulliciosa feria profesional
“Durante cuatro días de intensa actividad, el elevado número de acuerdos entre vendedores y compradores de derechos dinamiza y fortalece un sector en pleno auge. En la primera edición de febrero de 2010, más de 3500 profesionales acudieron a la feria y más de 4000 libros de cocina fueron expuestos en el Centro de Derechos Internacional. La especialización de la que hace gala la feria –su particular sello distintivo– facilita el desarrollo de nuevos proyectos para editores y autores. Los principales pesos pesados del sector están presentes. Los resultados no se hacen esperar: muchos profesionales cerraron más tratos en la primera edición de la Feria del Libro de Cocina de París que en otras ferias internacionales de libros”.

Libros premiados
LA Feria también otorga cada año el premio a los mejores libros de cocina publicados en el mundo en diversas categorías de la cocina y el vino. Lo exquisitos ganadores de años anteriores pueden verse AQUÍ.


Agradecemos este dato a Lorena Bou Linhares,
corresponsal de este blog en Barcelona, España.

sábado, 4 de diciembre de 2010

El cacao bien merece atravesar la lluvia

Chocco Venezuela 2010


Ayer se me hizo imposible ir. Hoy debí luchar contra la pereza, el deseo de descanso y los fatídicos presagios de un cielo encapotado. Pero finalmente a las 5 pm tomé fuerzas y salí hacia el Centro Internacional de Exposiciones de Caracas (Universidad Metropolitana), donde se lleva a cabo la segunda edición de Chocco Venezuela, evento magníficamente organizado por la Cámara de Comercio Venezolano-Italiana.

El evento es muchísimo mejor que el del año pasado, con stands muy bien montados, expositores de lujo, espacios cómodos, amabilidad por doquier, buena vibra como dicen. Impresiona la cantidad de marcas artesanales, las exquisitas bombonerías que yo desconocía. Ahí puede palparse el gran esfuerzo que se está haciendo en Venezuela a todo nivel para que el cacao tome el lugar que le corresponde: el de Gran Cacao.

El recibimiento al recinto expositivo lo hace la instalación de la artista Nela Ochoa titulada Pidiendo cacao, que basada en la fórmula genética Theobroma cacao, hace que el espectador participe sustituyendo alguna de las 1728 monedas de chocolate colocadas en la pared por las letras correspondientes a la seguidilla genética.
El evento, además de las áreas expositivas, cuenta con tres salones para catas, conferencias y muestras de reconocidos chefs nuestros e invitados italianos. Hay un lounge con música en vivo, una bella exposición de artesanía larense (propiciada por la Fundación Arte Sano Group) e infinidad de maravillas para llevar de regalo. Pueden ver el programa y mayores detalles AQUI.
Desearía contar muchas otras cosas, pero mi intensión es rogar a los caraqueños que no se dejen amedrentar por la lluvia —no quiero sonar insensible, sabemos que hay zonas en alto riesgo y saldos muy tristes y mientras escribo el cielo ha terminado de desplomarse con su dosis de miedo que ojalá no persevere— pero es desalentador ver que un esfuerzo tan grande de organizadores y expositores no se ve recompensado por la afluencia debida de público. Nadie podía adivinar la tragedia que se nos venía encima, era imposible posponer el evento. De hecho, Cámara de Comercio Venezolano-Italiana ha tenido la brillante idea de convertirse en centro de acopio en solidaridad “con damnificados y afectados por las fuertes lluvias que han caído en las últimas semanas en buena parte del territorio nacional”.
Soy enemiga de promocionar eventos en este blog, tanto que ni estuve en la lista de prensa y pagué sin queja alguna mi entrada, pero de corazón creo que quienes puedan deben aprovechar el día de mañana domingo —de 10:30 am a 8 pm— para visitar Chocco Venezuela y palpar de cerca ese otro país que crece de la tierra, que nos habla en el dulce lenguaje del cacao.

Los costos de las entradas
Niños menores de 12 años: Gratis
Estudiantes con carnet vigente: BsF. 25,oo
Publico en general: BsF. 50,oo

viernes, 3 de diciembre de 2010

Busintang (3ero y último CAPITULO)

Cuentos urbanos
de un vagabundo en Corea


Fotonovela gastronómica
de Daniel Briceño Brazón
Seúl, 2010













jueves, 2 de diciembre de 2010

Busintang (2do CAPITULO)

Cuentos urbanos
de un vagabundo en Corea


Fotonovela gastronómica
de Daniel Briceño Brazón
Seúl, 2010.



















CONTINUARÁ... (3er capítulo final)

Ver 1er capítulo
Ver 3er capítulo