miércoles, 22 de abril de 2009

Nadie se salva, ni Amy Winehouse 
Los peligros de una pasta


Amy Winehouse siempre es noticia, incluso cuando intenta apartarse del mundo. Exiliada temporalmente en los paraísos caribeños de Santa Lucía, la cantante inglesa intentaba hacer una cena especial para unos amigos. La calistenia culinaria acabó cuando el agua en la que cocinaba una pasta cayó sobre su muslo izquierdo.  Al parecer más puede la fortaleza de su espíritu que las carnes quemadas. Amy se niega a ir al médico, sigue paseándose al sol, respirando los manjares del viento marino.

La prensa amarillista —que vive de las humanas torpezas de la cantante— se preocupa por sus supuestos instintos autodestructivos. Yo, más ingenua, me muero por saber qué pasta preparaba, que salsa tendría en el fogón, qué vino hace honor a su apellido.

Por lo pronto escucho su Rehab, que me encanta. Y esta versión es acústica (Youtube).

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