sábado, 12 de junio de 2010

Marcos López: Identidades MOVEDIZAS

Comida rápida (2007)


De la exposición Tristes trópicos (2009)

Poco salvo de la Feria Internacional del Arte (FIA) de este año en Caracas. La crisis del país se siente en los muros de las galerías. Nadie lo dice, pero la ausencia de dólares, el miedo a sumergirse en estas felinas tierras, nos alejan año tras año del gran arte que otrora vimos en este ansiado —hoy ansioso— evento.

Pero dos artistas me salvaron la lluviosa noche: el venezolano Pedro Morales y el argentino Márcos López. Del primero hablaré luego, en otro lado quizá, su obra Cadenas con alas es un tecnológico y sutil homenaje a nuestro poeta: Rafael Cadenas.

La fotografía de Marcos López es impactante: kitsch, deliciosa, lo que somos y no dejaremos de ser en este continente distorsionado, de identidades dislocadas y movedizas; a ratos felices, a ratos hartas de soledumbres, podredumbres, nostalgias, ironías, desganos, etcéteras que son vertedero y fragilidad.

Sin mucho qué añadir, por lo pronto, dejo tres imágenes con gula incluida —ninguna es la expuesta en la FIA—, que me robo de la web de López y este párrafo de una entrevista que puede hurgarse en su bien dotada página.

“Cada vez tengo más ganas de quedarme en mi barrio. Hoy fui a comer a un restorán, donde voy siempre, solo, frente al Parque Lezama en San Telmo, y la dueña desde la caja me gritó que me vio en la tele, hablando en un canal de arte y dijo una palabra en lunfardo, que se acompaña con un gesto con la mano girando el dedo índice: “Cuánto chamuyo!!!”, que significa algo asÌ como cuánto “bla, bla,  bla”. Le contesté sin pensar: “Y, de algo hay que vivir…”


Asado en Mendiolaza (2001)

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