(Inés Peña, Marta Elena González,
Ileana Matos y Vanessa Rolfini, vean sus buenos espacios)
y el chef Chucho Rojas —del restaurante Amouse Bouche—
salimos a catar las delicias mantuanas
de El Café del Establo, calidamente ubicado
en el Club Hiparión, en la Unión.
De cuanto comimos y disfrutamos dan cuenta
Inés Peña en su exquisito blog (Ver),
Marta Elena González (Ver)
y Vanessa Rolfini (Ver).
Entre montones de temas y el canibalismo
del post de hoy del blog Historias de sobremesa,
recordamos a Dumbo y Timoteo
y la inigualable secuencia de su embriaguez
(¿ebriedad, curda, achispamiento, mona, beodez,
emborrachamiento, temulencia, merluza, moña, etcétera?)
Aquella tremenda pea —como decimos en Venezuela—
de los elefantes rosas es una de las escenas
más fascinantes de alucinaciones
del cine y la primera incursión de Disney
en el surrealismo y la postmodernidad.
Hoy ningún estudio cinematográfico
se atrevería a mostrar en dibujos animados
el desfile psicodélico de un Dumbo alcoholizado
y que hasta de homosexual ha sido tratado.
La pacatería impone discursos de sobriedad.
En mi madurez rescato esta maravilla,
pero admito que de niña Dumbo me hizo llorar a mares:
su orfandad partía mi corazón.
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