hacen de Caracas una gran ciudad
Foto: Aventura AvilaHace unos días la periodista de El Mundo (Venezuela), Lisseth Boon, me entrevistó para un reportaje sobre “El negocio gastronómico”. Preguntaba si Caracas seguía siendo la gran capital restauradora que su fama señala. Telefónicamente contesté que no estaba segura, que la calidad y variedad había disminuido con la crisis reciente, que el problema del servicio es severo, que los costos demasiado altos harán sucumbir a numerosos locales. Un panorama desolador que me dejó mal sabor.
Pero el viernes pasado la ciudad me dio una gran lección y si bien no podemos compararnos con Lima o Nueva York, Caracas propone un recorrido gourmet que no siembra ningún tipo de envidias.
Pero el viernes pasado la ciudad me dio una gran lección y si bien no podemos compararnos con Lima o Nueva York, Caracas propone un recorrido gourmet que no siembra ningún tipo de envidias.
Té a media mañana
Ese viernes, poco antes del almuerzo, estuve en Kepén, un negocio exitoso donde la pasión por el té y la comida saludable hablan de un país que está cambiando de rutinas, que aprende de lo bueno. Tienen cinco tiendas en Caracas, dos en Maracaibo y una en Maiquetía. Su propietaria Omarly Alcina, es una sabia en materia de té —ha dado la vuelta al mundo buscando los mejores productos y conocimientos— y habla con tal pasión sobre lo que hace y sueña, que no puede uno más que admirarla y aceptar que la suya es la manera correcta de ver el mundo: “yo siempre veo el vaso medio lleno”, me dijo, regalándome lo que justo ese día necesitaba.En esa oportunidad —soy asidua confesa— tomé un té blanco con granada por sugerencia de Alcina, “porque es una armonía excelente para acompañar los postres si no te quieres empalagar, porque es un limpia boca, es decir, logra que cada bocado sea como el primero”.
Café a mediatarde



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